miércoles, 24 de febrero de 2010

ENFERMEDADES


ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR BACTERIAS
Las formas de contagio de las enfermedades infecciosas en los niños son con las manos y la boca, y dado que los niños asisten a nidos y guarderías desde temprana edad, encuentran allí también una fuente de contagio puesto que están dentro de un mismo ambiente compartiendo juguetes, estornudos, besos, comida, etc.
Si se detecta que un niño presenta síntomas de una enfermedad infecciosa no debe ser enviado al colegio puesto que sería un agente de contagio, y las personas que están en contacto con él, deben tener mucho cuidado de no contagiarse, el problema es que muchas de estas enfermedades se contagian antes de presentar los síntomas. Para poder prevenir enfermedades infecciosas es recomendable cumplir con el calendario de vacunación y sus refuerzos puntualmente.
Las enfermedades bacterianas se combaten con antibióticos, en cambio para las virales sólo queda esperar a que el virus cumpla con su ciclo y abandone nuestro organismo, lo único que se puede hacer es recetar medicinas para aliviar los síntomas. Se debe tener mucho cuidado en la administración de antibióticos contra enfermedades virales, porque aparte de no tener efecto sobre los virus, los antibióticos en exceso pueden destruir el manto bacteriano que no es nocivo y más bien protegen los órganos internos del cuerpo; y también generan que nuestro organismo genere anticuerpos contra los antibióticos, por lo que, cuando necesitemos realmente de ellos, hará falta uno más potente.
Las bacterias viven en ambientes adversos, sin luz, aire, altas temperaturas y se multiplican por sí solas, son más grandes y complejas en comparación con los virus y se pueden detectar específicamente mediante análisis de sangre o de cultivo. Hace 50 años se descubrió la penicilina con la que se les combate. Los virus por su parte, necesitan de otras células para reproducirse y se multiplican violentamente, existen más de 5,000 virus conocidos desde 1676, sus infecciones no tienen sintomatología específica aunque generalmente presentan fiebre y decaimiento, son combatidas por el sistema de defensa humano mientras dura su ciclo de vida que es de 7 a 10 días, generalmente cuando atacan el sistema respiratorio ocasionan congestión nasal y cuando atacan el sistema digestivo diarrea, vómitos y dolores musculares.

Bacterias que causan enfermedades humanas Sólo una pequeña parte de los miles de especies de bacterias causan enfermedades humanas conocidas. Las infecciones bacterianas se evitan destruyendo las bacterias con calor, como se hace en las técnicas de esterilización y pasteurización. Cuando se producen, las enfermedades bacterianas se tratan con antibióticos. Pero el abuso de estos compuestos en los últimos años ha favorecido el desarrollo de cepas de bacterias resistentes a su acción, como Mycobacterium tuberculosis, que causa la tuberculosis.
ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR HONGOS EN EL SER HUMANO
Según su mecanismo patogénico pueden dividirse en:
1. Alergia Por sensibilización a sus antígenos de pared. Se produce por inhalación de conidias, esporas o fragmentos miceliales de algunas especias fúngicas induciendo una inmunorrespuesta mediada por IgE o por formación de inmunocomplejos IgG. Esto da lugar a la aparición de sintomatología clínica en forma de rinitis, asma bronquial y alveolitis o neumonitis generalizada. Esta última conocida clásicamente como el "pulmón del granjero" se ha visto relacionada con la exposición a aires acondicionados. Las conidias / esporas pueden colonizar en las biomasas de los sedimentos en las conducciones.
2. Intoxicación La intoxicación clásica (micetismo) se caracteriza por su manifestación en dos tiempos: en el primero y tempranamente aparecen síntomas digestivos y en el segundo, de las 18 a 24 horas, insuficiencia renal y hepática con afectación neurológica. Se produce a través de unos metabolitos secundarios llamados amatoxinas (Amanita phalloides). Otras especies (Boletus satanas) solo producen sintomatología de tipo digestivo reversible. Existen otro tipo de toxinas que tienen capacidad mutagénica y carcinógena (micotoxicosis). Se denominan aflatoxinas y son tumorígenas para animales, no existiendo evidencias que lo sean para el hombre.
3. Micosis La colonización o invasión de una especie fúngica se denomina micosis. La mayoría se adquieren por inhalación o inoculación de conidias o esporas. El tipo de micosis va a depender de las propiedades tanto del parásito (capacidad patógena) como del huésped (inmunidad) como de la ecología (distribución y acceso o terreno adecuado). Hay especies saprofitas de distribución universal (Aspergillus), otras en zonas geográficas concretas (micosis endémicas - Coccidioides inmitis) y un tercer grupo cuyo hábitat es la piel y mucosas del ser humano (Malassezia furfur, Candida albicans).El modo de transmisión será para las especies saprofitas por inhalación o inoculación y para las comensales por contacto o endógena (de tejido a tejido) por lo que depende de la inmunidad del huésped (normalmente habrá un equilibrio estable). La mayoría de dermatofitosis se adquieren por contacto interhumano (especies antropofílicas) o con animales (especies zoofílicas). Las micosis pueden estar producidas por hongos "patógenos" y por "oportunistas". En los primeros, la infección depende de la cantidad de inóculo y la inmunorrespuesta provocará la aparición de un granuloma (Histoplasma). En los segundos influirá la disminución de la inmunorrespuesta del huésped (Candida). La respuesta inmunitaria del huésped (inmunidad celular) no es la única barrera defensiva de que dispone el ser humano. La temperatura y el potencial "red-ox" merecen destacarse. La mayoría de hongos crecen a una temperatura inferior a la del ser humano y en un ambiente menos reducido que el de los tejidos vivos (material en descomposición). Los hongos saprófitos para parasitar se han de adaptar a estas circunstancias. También los ácidos grasos saturados del sebo ofrecen una protección, por su efecto fungistático y fungicida, explicando por qué son raras las infecciones por Microsporum ovale en adolescentes que presentan una seborrea importante.

Enfermedades producidas por virus

Los virus dañan a sus hospedadores bien destruyendo las células dentro de las que se multiplican, bien desencadenando reacciones de hipersensibilidad.
De acuerdo con sus vías de transmisión distinguimos los siguientes tipos de virus patógenos para el hombre:
Los virus respiratorios son liberados en gotitas expulsadas e inician la infección en los tejidos superficiales del tracto respiratorio. Los virus entéricos son expulsados en las heces y se adquieren por ingestión de alimentos y bebidas contaminados. Los virus transmitidos por insectos (arbovirus, de «arthropod-borne virus») se multiplican tanto en los vertebrados como en los artrópodos, sirviendo estos últimos de vectores de transmisión; al alimentarse de sangre, inyectan los virus junto con saliva. Otros virus son dispersados bien por contacto directo entre individuos, bien por contacto con objetos contaminados.
Los principales agentes víricos de enfermedades humanas se pueden clasificar, de acuerdo con sus vías de transmisión, o también según sus principales órganos diana (es decir, aquellos en los que se produce mayor daño por la replicación del virus). Los virus animales (es decir, los que parasitan a animales y al hombre) se clasifican a veces de acuerdo con esos órganos: por ejemplo, los que se multiplican primordialmente en el sistema nervioso central se denominan virus neurotrópicos y aquellos que producen lesiones prominentes en la piel se denominan virus dermatrópicos. Convendría hacer hincapié en que la subdivisión de los virus sobre la base de sus modos de transmisión o de sus órganos diana no está correlacionada con la subdivisión taxonómica de los virus en base a sus propiedades físico-químicas.
Ejemplos de enfermedades humanas comunes provocadas por virus incluyen el resfriado, la gripe, la varicela y el herpes simple. Muchas enfermedades graves como el ébola, el SIDA, la gripe aviar y el SARS son causadas por virus. La capacidad relativa de los virus de provocar enfermedades se describe en términos de "virulencia". Otras enfermedades están siendo investigadas para descubrir si su agente causante también es un virus, como la posible conexión entre el herpesvirus humano 6 (HHV6) y enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple y el síndrome de fatiga crónica.[104] Actualmente existe un debate sobre si el bornaviridae, antiguamente considerado la causa de enfermedades neurológicas en los caballos, podría ser la causa de enfermedades psiquiátricas en los humanos.[105]
Los virus tienen diferentes mecanismos mediante los cuales causan enfermedades a un organismo, que dependen en gran medida en la especie de virus. Los mecanismos a nivel celular incluyen principalmente la lisis de la célula, es decir, la ruptura y posterior muerte de la célula. En los organismos pluricelulares, si mueren demasiado células del organismo en general comenzará a sufrir sus efectos. Aunque los virus causan una disrupción de la homeostasis saludable, provocando una enfermedad, también pueden existir de manera relativamente inofensiva en un organismo. Un ejemplo sería la capacidad del virus del herpes simple de permanecer en un estado durmiente dentro del cuerpo humano. Esto recibe el nombre de "latencia"[106] y es una característica de todos los herpesvirus, incluyendo el virus de Epstein-Barr (que causa mononucleosis infecciosa) y el virus de la varicela zoster (que causa la varicela). Las infecciones latentes de varicela pueden generarse posteriormente en la etapa adulta del ser humano en forma de la enfermedad llamada herpes zóster.[107] Sin embargo, estos virus latentes algunas veces suelen ser beneficiosos, incrementando la inmunidad del cuerpo contra algunos seres patógenos, como es el caso del Yersinia pestis.[108] Cuando alguna enfermedad viral vuelve a reincidir en cualquier etapa de la vida se conoce popularmente como culebrilla.
Algunos virus pueden causar infecciones permanentes o crónicas, en que los virus continúan replicándose en el cuerpo a pesar de los mecanismos de defensa del huésped.[109] Esto es habitual en las infecciones de virus de la hepatitis B y de la hepatitis C. Los enfermos crónicos son conocidos como portadores, pues sirven de reservorio de los virus infecciosos.[110] En poblaciones con una proporción elevada de portadores, se dice que la enfermedad es endémica.[111] Algunos virus pueden mutar dentro de las células huéspedes, reforzando sus defensas contra diversos antivirales, proceso conocido como mutación
ENFERMADADES TRANSMITIDAS POR PROTOSOS
1.. COCCIDIOSIS
Las coccidias son seres unicelulares (protozoos) de forma circular a ovalada, con un diámetro longitudinal que mide entre 15 y 30 micras según las especie.
Viven como parásitos en la pared del intestino, de cuyas células ingieren sustancias nutritivas líquidas y terminan destruyéndolas.
Agente causal. Eimeria columbarum y eimeria pfeilleri, ambas son específicas de las palomas.
B.- Los oocistos no infecciosos son excretados en las heces por los palomos y a las 12-48 horas, si las condiciones de temperatura (17º o más) y humedad (muy altas, al borde de la saturación 100%) son adecuadas se desarrollan las 4 esporas pasando a ser infecciosos. C al ser ingeridas D por un palomo sano, el palomo se contamina.
Sintomatologia. Los palomos aparecen con el plumaje erizado y seco, inapetencia, gran aumento del consumo de agua, cloaca manchada.
Forma aguda. Diarrea blanquecina verdosa, depende de la alimentación, en otros casos es de color marrón y algunas veces con manchas sanguinolentas. Pueden aparecer movimientos en la cloaca similares a las que tienen las palomas cuando van a poner el huevo.
Forma subaguda. Estado de debilidad general, consumo irregular de alimento y también en este caso la sed será intensa.
Forma crónica. Es la más frecuente, se da sobre todo en las palomas adultas. Estas palomas han sufrido la enfermedad durante su juventud pero han desarrollado resistencias contra ella. Los palomos jóvenes suelen presentar la forma aguda y subaguda.
Diagnóstico. Hay que recurrir al examen de las heces en microscopio o bien la necropsia de las enfermas.
Desinfección. Los oocistos de coccidias están bien protegidos contra las influencias ambientales por su envoltura de tres capas. En medio húmedo y a la sombra conservan su poder infectante durante más de un año. En cambio mueren a la temperatura de -20º C. Los oocistos sobreviven poco tiempo en medio seco y no soportan temperaturas de 50º durante 5 días. Para la desinfección se utilizan preparados que contengan sulfuro de carbono en soluciones del 5 al 6 %.
Tratamiento. Es conveniente la utilización de Nitrobenzamidas, carbonilidas, nitrofeiranos, sulfonamidas, pirimidinas, etc.
2. TRICOMONIASIS
La Tricomoniasis del palomo es una enfermedad infecciosa que alcanza difusión mundial. Es un protozoo flagelado que mide de 8 a 15 micras de largo por 5 a 8 de altura, es decir que es invisible a simple vista. Se desplaza por las secreciones digestivas. Los palomos adultos son a menudo portadores de la enfermedad aunque no la contraigan. Vulgarmente se la conoce como fuego.
Agente causal. Tricomonas columbae
Contagio. La tricomoníasis se contagia por contacto directo de unos palomos a otros. Pero también es posible el contacto indirecto por ejemplo al ingerir agua contaminada de tricomonas.
Sintomatología. Tras un período de incubación de 4 a 14 días, los pichones se muestran cada vez más abatidos, presentan el plumaje erizado, mucha sed, garganta roja y sufren diarreas verdes y mucosas. Con pocos días los pequeños granos amarillos de medio milímetro a dos milímetros a veces son tan numerosos que pueden dar la impresión de un ataque de muguete" (inflamación de la mucosa bucal) o de difterioviruelas. Si no se interviene con rapidez el palomo puede morir en ocho días ya que no sólo ataca a las vías digestivas sino también las respiratorias y los órganos internos como el hígado y pulmones. En las palomas adultas aunque aparentemente no muestran síntomas de tener la enfermedad puede darse el caso de estar contaminadas bajando su rendimiento un 20-30 %, ya que afecta al hígado, pulmón y ombligo, un claro síntoma es la apertura de los picos, manteniendo fuera la lengua. Las diarreas son muy pestilentes.
Diagnóstico. Visual al observar la cavidad bucal, la faringe y microscópica.
Desinfección. Las Tricomonas resisten poco tiempo los agentes ambientales. Los alojamientos se desinfectan con los productos habituales.
Tratamiento. Tricoxine, Spartrix, Gabbrocol.

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